lunes, 14 de octubre de 2013

Volar de noche. Parte III.

No es de esas cosas a las que te acostumbrás, es de esas pocas que te parecen más y más hermosas cada vez que las volvés a mirar. Creo que si todos fueran conscientes de lo que tienen a centímetros (una corrida de la ventana, un incorporarse, un abrir los ojos y mirar) no estarían perdiendo el tiempo durmiendo o mirando películas. Quedan 7:29 horas de vuelo, y después andá a saber cuando va a ser la próxima vez que tengamos la oportunidad de ver algo así. Las películas las ves después en tu casa chabón. Mirá por la ventana!! Es mejor que cualquier película, no me jodas...

Mezcla de ganas de reír y carcajear a más no poder, más llorar de emoción.

La azafata me pidió que cierre la ventana cuando apenas habíamos despegado. Después de un rato la volví a abrir y lo primero que vi fue esa estrella. Sonreí, no lo pude evitar, sentí que me volvía a encontrar con una amiga.

Pensarían raro si me vieran con la frente y la nariz pegadas a la ventana, con la almohada atrás de la cabeza para bloquear las luces que se reflejan en el vidrio? Qué bueno que están todos durmiendo o enchufados (aunquequizássimevieransedaríancuentadeloqueseestánperdiendo).

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